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Escuela para alumnos con discapacidades en Oslo Noruega

Haug Skole og Ressurssenter

Abril 2015: Fue un lunes de lluvia y niebla cuando me puse en camino hacia Bekkestua a las 8 am, en la Comuna de Baerum, a una hora  y media del centro de Oslo. Dicen que preguntando se llega a Roma, pues yo llegué a la Haug Skole, preguntando en la calle, en un bar, en el metro, en una tienda. Así después de llegar  durante una hora, a la estación del metro que correspondía, esperé el autobús. De ahí, me encaminé hacia la parada que me indicaron y para mi sorpresa, era frente a una escuela regular. Ahí estuve observando a los niños a la hora del recreo y me pareció increíble que se divirtieron tanto bajo la llovizna y la niebla, jugando con balones, cuerdas, en los columpios, juegos en un cuadro en el piso, con una pelota de basquet , en México quizás les hubiéramos dicho: “Niños métanse al salón que está lloviendo”. En la dirección me indicaron el camino para llegar a Haug Skole: por la orilla de la carretera, caminando entre la niebla, a 25 minutos. Era el campo, había pocas casas, y grandes extensiones de cultivos y animales de granja.

Finalmente llegué a la hora que me habían indicado. Hice la cita a través de la embajada de México en Noruega, preguntando por experiencias de inclusión de niños con discapacidad en las escuelas públicas.  La directora me recibió muy amablemente y me presentó a una maestra joven, parte del equipo de trabajo, quien me hizo el tour por toda la escuela y me explicó cada uno de los programas que manejan, que son cuatro.

Para cada programa hay un equipo de trabajo interdisciplinario y como pueden ver en la página

trabajan con niños y adolescentes que van de los 4 a los 15 años, lo que corresponde a educación básica.  Hay un equipo de trabajo, para grupos de niños del espectro autista (A-team) otro equipo para los niños con discapacidades múltiples (M-Team) otro para niños con problemas en el aprendizaje con discapacidad intelectual, donde hay muchos niños y adolescentes con síndrome de down (S-team)y uno más para los niños que están en programas de integración a escuelas regulares (Integración-Team)

En un país tan avanzado en educación, me sorprendió encontrarme con una escuela de educación especial de vanguardia, donde no están todos los alumnos integrados o en un programa de educación inclusiva, solo el 20 % de todos los alumnos inscritos en la escuela, cuya población es de 140 alumnos con distintas discapacidades.

Los grupos están constituidos por alumnos con características similares en cuanto a necesidades y posibilidades de aprendizaje, son grupos pequeños, entre 6 y 10 alumnos, y pueden variar en edades con una diferencia de 2 o 3 años, en el mismo grupo.

Los equipos elaboran los programas educativos individuales que evalúan junto con padres y tutores cada  3 a 6 meses. El equipo de alumnos que están integrados a escuela regular, opera como un centro de recursos para los maestros regulares.

Dan un gran peso a dos áreas en cada programa: a las habilidades adaptativas (vestido, alimentación, limpieza del lugar, seguimiento de instrucciones) y también a la comunicación.

Puedes ver comunicadores por toda la escuela, de todos tipos y tamaños. También comunicadores en tablets, y manejan mucho la lengua de señas apoyadas con imágenes reales y pictogramas. En la clase de música, en el saludo, en las actividades de habilidades adaptativas, en la lectura y escritura, en todos los grupos ves libros personales, pictogramas y fotos donde se manejan los gestos que comunican.

Pregunté a la maestra que me mostraba la escuela,  si el lenguaje de señas lo usaban sólo con niños con dificultades en la comunicación oral, y me respondió que no,  al contrario, que todos los niños aprenden a usarlo para comunicarse entre ellos, y comunicarse con los adultos que les rodean. Cabe señalar que en la escuela no hay niños sordos, solo con discapacidades múltiples y/o discapacidad intelectual. En este aspecto tenemos mucho que aprender, pues en México usamos LSM en las escuelas especiales o Centros de Atención Múltiple, y no en las escuelas de educación básica. Y eso  cuando no se empeñan maestros o padres  en la oralización como el único recurso para la población con discapacidad auditiva o personas sordas..

También me sorprendió la cantidad de alumnos que logran la lectura y escritura de buen nivel, y las matemáticas básicas. Prácticamente TODOS los alumnos que están en el programa de dificultades en el aprendizaje, muchos con síndrome de down y con discapacidad intelectual, que comienzan de manera sistemática a trabajar con un método global, con palabras completas, desde el preescolar, salen de la escuela primaria con lectura y escritura consolidadas. Su método tiene las mismas etapas que el de Ma. Victoria Troncoso y Mercedes del Cerro.

En matemáticas, pregunté qué método utilizaron con esta población. Me explicaron que no es un método en sí, sino objetivos a alcanzar en las diversas etapas. En preescolar pasan por la discriminación de formas, figuras, tamaños, seriaciones, clasificaciones, inclusión, correspondencia numeral – cantidades, etc. etc. Van avanzando hacia la primaria, con el manejo de las operaciones de suma, resta, multiplicaciones y reparto como ellos le llaman. Lo que vi, son muchos y muy variados materiales, con cubos, con fichas, con regletas Cuisenaire, y muchos y muy variados cuadernos de trabajo, en papel y plastificados, con pocas hojas, personalizados.

Después de hacer un recorrido por todos los grupos de la escuela, con todo tipo de niños y adolescentes, llegamos a un lugar maravilloso: una ludoteca de un lado de una pared tipo estante,  llena de material didáctico,  libros de pastas y páginas gruesas, muchos títeres, una casita, muñecos grandes y cajas con muñecos pequeños para representar cuentos, como los 3 osos y ricitos de oro y otros más de los clásicos.  Este lugar es ¨la biblioteca ̈ o ludoteca, de los niños de preescolar y primeros dos grados de primaria especial.  Del otro lado del estante está la biblioteca para los grandes.  A partir de los 8 años van a la biblioteca  con libros de todos colores, sabores y tamaños. Muchos libros personales, de todos los temas, muchos en carpetas de argolla, perfectamente clasificados por grupos, por edades, por intereses.

Lo que pude observar en todos los grupos, fueron niños y adolescentes felices. Se respira un ambiente de alegría, de tranquilidad, de paz y de ganas de aprender. Yo salí preguntándome  varias cosas, comparando nuestras escuelas especiales como los CAM y algunas privadas, con esta escuela en Bekkestua, Noruega.

Se que las condiciones son distintas, desde el clima, los recursos materiales, tecnológicos, y humanos.  El sol se oculta en invierno a las tres de la tarde, y por las mañanas apenas si hay luz entre la neblina, la lluvia, la nieve. Ahí en cada grupo hay una maestra responsable y un equipo de apoyo multidisciplinario. Pero ahí también hay carencias humanas. Hay muchos niños con discapacidad que han sido institucionalizados, que no viven ya con sus familias y que sus verdaderos  lazos de afecto están ahí con sus maestros y compañeros.

Pienso en el enfoque que ellos dan a la educación de niños con discapacidad múltiple, y discapacidad intelectual, los organizan por habilidades y necesidades, por intereses compartidos de acuerdo a la edad, mas no por edad cronológica únicamente. En un grupo están 10 alumnos del espectro autista que necesitan de mucha estructura y mucha previsión de las actividades pues ellos creen que para que puedan aprender,  cualquier niño de esta condición necesita sentirse seguro, en un ambiente que puede predecir. No todos tienen la misma edad, lo que sí comparten es el momento, la etapa de desarrollo.

En muchos de nuestros salones hay juguetes, y los usamos para la hora antes de salir, para que los alumnos jueguen cuando terminaron un trabajo, o como estímulo para que se esfuercen. Aquí no hay juguetes en los salones, ni juegos didácticos como tal. Aquí hay una ludoteca y una biblioteca. Pienso en Alan, en lo bien que le haría tener en su escuela, una hora diaria de ludoteca, y jugar con otros niños regulares a los coches y aprender con ello nuevos conceptos espaciales, como atrás y adelante, que luego pudiera llevar al plano gráfico.

Me gustó mucho el sentido de realidad en cuanto a las metas establecidas en los programas educativos individuales. Tienen muy claro dónde está cada alumno, y hacia dónde lo quieren llevar, para que le va a servir lo que le proponen.

Y la evaluación trimestral y semestral como la columna vertebral de estos programas, realizados en equipo, tanto para los alumnos que se quedan todos los días en la escuela, como para los que forman parte del programa de integración y van a escuelas regulares.

Aun cuando hace ya 8 años que conocí este modelo educativo, sé que el mundo no es el mismo, que la tendencia es cambiar el enfoque de la discapacidad a la diversidad humana; que quizás sus programas de inclusión cambiaron, y hay mas del 20 % de alumnos que van a las escuelas regulares. Para ello habría que visitarlos nuevamente… mientras una probadita.