Al saber que mi hijo tiene Síndrome de Asperger, tuve mucha confusión, y Adriana me dijo: “Tu hijo es diferente y tiene un modo diferente de aprender, eso es todo”. Eso me ayudó a descubrir el camino; Aldo estaba en 2o. de primaria. El apoyo de Declic le ha ayudado a crecer su confianza, su autopercepción y la comprensión de su ambiente; hoy discierne y toma decisiones. Y seguimos avanzando en secundaria.
Los niños aprenden cuando se sienten exitosos y cuando yo tengo las herramientas adecuadas. Con Declic he aprendido que niñas y niños con retos NO aprenden lo que YO necesito que aprendan según el currículum, sino lo que ELLOS están listos para aprender con éxito, respetando su individualidad.
Declic me dio otra visión de cómo observar, valorar a los niños, en dónde poner más énfasis, y adquirí estrategias para guiarlos, a ellos y a sus papás. Me abrió el panorama de una forma extraordinaria, rompiendo paradigmas de lo clínico y barreras actitudinales. Me encanta que hacen vida su logo: comparten información y experiencias.
Desde hace 3 años vengo a los cursos de Declic, es una maravilla. Terminé el diplomado y lo recomiendo muchísimo. Gracias a lo aprendido he vivido nuevas experiencias muy enriquecedoras, abriendo un programa de inclusión en un preescolar particular.
Declic me ha ayudado a entender, a controlar cosas que no sabía, a no presumir, a no molestar a mis compañeros, a estudiar y a aprender.
Declic me gusta, me enseñan a leer a trabajar a hablar, contar y los números. Me gusta estar con Marisol, con Heri, Esme, Adriana y Laura y con mis amigos. Y quiero aprender más para ser Chef y poder hacer sólo mis cosas.
Estuve en Declic muchos años, aprendí a leer y a escribir con el método fonético gestual me ayudó para escribir mis canciones, ahora estudio en Tiempo Música en la CDMX y yo le doy gracias a Declic por estar conmigo en cada día de mi existencia de ser su alumnas.